jueves, 19 de junio de 2014

¿y ahora?

Yo no soy quién para decirte porqué esta mal, ni tampoco para pedirte que cambies.

-esta vez no hay porcentajes-
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No soy quién para decirte que lo nuestro es un desperdicio de lo mejor de los dos, una oportunidad y un tiempo en el olvido, es solo, un inicio de un adiós, gracias por nada y buena suerte para después. P.D. No me busques, no soy buena ni para mi en este momento.
xoxo

Así versaba la nota que dejó sobre el buró a lado de su cama, suficientes palabras, una sola idea: adiós por anticipado para aquello que no sería resuelto ahora o después, sin motivo aparente, sin razón o intención de trabajarlo, un "nosotros" que no llegó, un intentó que fracasó desde la idea que lo concibió.

Después de leer el recado escrito con un lápiz 4H, se quedó un rato mirando a la ventana, vio de nuevo la hoja y los pálidos trazos que contenía, "apropiado", pensó, una hoja tachoneada con recados pasados y una huella de carbón sin carácter, fuerza, o intención de perdurar, sería ocultada bajo la tinta permanente de algún mensaje más importante, o la lista del súper.

Aún con la mente en blanco, o mejor dicho, revuelta, pensando en cualquier otra cosa y en nada al mismo tiempo, de manera mecánica camino a la cocina, dejo preparándose un café, tomó un bisquet de la panera, una idea, no, una pregunta se atraviesa a media mordida -¿en qué rayos estaba pensando?-, sirve una taza con el café preparado, azúcar, y camina al sillón dónde dejó hacía unos días un libro.

Pasa media mañana en las tareas más básicas, con la actitud de quién tiene un vació en el estómago, de esos que no son de hambre o falta de contenido, de aquellos que vienen de la mano de la pérdida, de esos que mañana ya no están porque tampoco duran, o son directamente proporcionales a la falta de interés por entender, por querer saber y buscar más, no hacía falta adornarlo buscándole sinécdoque a la decepción.

Dos vueltas y media después con giro triple en V y aún el insomnio me mantenía atento al ruido de la noche, eso y la pregunta rondando una y otra vez, cada una con una respuesta distinta, la última fué así: ¿Y ahora? pues nada, no hay forma de arreglar lo que no esta descompuesto, ya estaba roto cuando llegué, y no queriendo la cosa me interesó a ver si se podía hacer algo, solo mensajes confusos y una mirada inmensa, pero no en ella, sino en el reflejo que me permitía ver mis ojos, estos con los que de vez en cuando se deslumbran por espejismos y colores.

Sin despedida, buena suerte ni sonrisa de cariño, sin malos recuerdos ni buenos momentos, solo unos días, muchas palabras y poco contenido, aunque algo teníamos de sobra, mucho de nada, sólo vacío.

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11:20pm

lunes, 2 de junio de 2014

casi 32

A tan sólo 23 días y horas de llegar a los 32, hago un ligero recuento de mis hasta ahora treinta y uno punto noventa y seis (31.96) y pues me quedo con lo siguiente.

1. Tuvimos algo grande, gracias por eso, pero dejamos la vara muy alta para quienes llegan o van de paso, supongo que también se agradece, no merecemos menos.

2. Una maestría es un compromiso fuerte y complejo que va de la mano con el ego, al principio sonaba interesante y hasta divertido, pero conforme vas avanzando hay ocasiones que solo encuentras fuerza para continuar porque ya empezaste y no puedes dejar que te dobleguen unas noches sin dormir.

3. Viví en la colonia roma lo justo que tenía que vivir, ni un día más, tampoco días de menos.

4. San Francisco, CA., es una ciudad a la que tendré que regresar, volver a caminarla, conocerla y disfrutarla de una forma distinta, pero que me de nuevos recuerdos y distintas fotos.

5. La biblioteca Vasconcelos es uno de mis lugares favoritos para ñoñear jajaja (vicio nuevo que me da la maestría)

6. Los amigos los cuentas con las palmas de las manos, a veces con solo una, pero los que son realmente buenos amigos, están ahí siempre 24/7

7. San Antonio, TX., es una ciudad extraña, pequeña, a la que llegas después de 18 horas de manejar, más una hora en la frontera, y hacerlo todo en un solo día saliendo del Distrito Federal, es en extremo cansado, pero vale la pena la experiencia.

8. Un año más, un tatuaje más... bueno, tal vez dos.

9. No confíes en nadie, a menos que sean familia (o los veas como tales), pero incluso en ese círculo tan cercano, no puedes estar seguro de si hay quién te desea un mal, así que, trátalos bien y que no quede de ti.

10. Hay que estar abiertos a nuevas experiencias, viajes, comida, café, personas, no importa si un día amaneces y no es en tu cama, ni departamento conocido, no por nada llegaste ahí, y siempre hay una oportunidad de regresar.

11. En una noche puedes salir con alguien, te pueden abandonar sin motivo aparente -gracias-, conocer a su amiga por unas horas, platicar con otra extraña y enterarte de su familia, donde vive, trabaja, las llaves de su casa, etc, perderla de vista por ir a buscar a la primera, cenar con una extranjera -creo que española- y dormir lejos de casa, me congratulo y me felicito, pero ya estoy viejo para esas fiestas jajaja, casi cuatro años de portarme bien me quitaron condición, -no regrets-, pero la actitud sigue igual, la convicción no tanto.

12. Me gusta hacer planes y concretarlos, si bien, planear no te asegura finalizar, al menos te da opciones, de ta rutas y alternativas para seguir, tal vez sean pasos más lentos y caminos más largos, pero lo que vale la pena es el viaje, el destino es solo un lugar, un nuevo punto de partida para el siguiente, no entiendo a quienes viven de otra forma, les respeto la actitud pero no es para mi.

13. Si dudas, no hay duda... (saludos hasta Holanda)

14. Los 30 si son como los 20, y si, con presupuesto, actitud, más libertad, etc., pero también "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" jajaja, y lo más importante, tienes todo a tu favor para hacer solo y únicamente lo que te satisface sin buscar complacer o aguantar a otr@s.

15. Fiestear como en antaño no es difícil, lo complicado es reponerse y querer más, o darse cuenta que tal ves es momento de buscar otra cosa, una fiesta distinta, más lejos, otras latitudes, más personas y bajo nuevas reglas, o simplemente hacer las cosas de otro modo.

16. Este fin de semana me di cuenta que algo me faltaba, una mezcla de confianza y actitud que siempre me había dado lo que yo quería, pero lo olvidé, se me paso o tal vez solo me confié y comencé a actuar de forma distinta, al menos ahora se que es, y sigue conmigo.

17. Leer es un gusto, escribir es un placer, en ocasiones ingrato, pero a la larga lleno de satisfacciones y nuevos retos.

Bueno, paso a paso, al parecer entramos bien a los "tas"